Quimioterapia, medicamentos e inmunidad: cómo los fármacos pueden aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos
A menudo se piensa en las enfermedades transmitidas por los alimentos como un inconveniente temporal, náuseas, calambres, tal vez un día o dos de malestar. Para las personas con sistemas inmunitarios debilitados, puede ser mucho más peligroso. Entre los más vulnerables se encuentran los pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia, junto con las personas que toman otros medicamentos inmunosupresores. Estos fármacos, aunque en muchos casos salvan vidas, también pueden hacer que el cuerpo sea más susceptible a las bacterias, los virus y los parásitos dañinos presentes en los alimentos.
Comprender la conexión entre ciertos medicamentos y el aumento del riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos es crucial para proteger a quienes ya están superando graves problemas de salud.
Cómo funciona normalmente el sistema inmunitario
El sistema inmunitario actúa como el mecanismo de defensa del organismo, identificando y destruyendo a los invasores dañinos, como las bacterias y los virus, incluidos los que podríamos ingerir en alimentos contaminados. Los glóbulos blancos (especialmente los neutrófilos y los linfocitos) desempeñan un papel fundamental en la detección y el ataque de estas amenazas.
Cuando una persona come alimentos contaminados, un sistema inmunitario sano suele reaccionar rápidamente, matando a los patógenos antes de que puedan propagarse o causar daños graves. Pero cuando ese sistema está debilitado, incluso una pequeña cantidad de un patógeno transmitido por los alimentos puede causar una enfermedad grave, prolongada o incluso potencialmente mortal.
Cómo la quimioterapia debilita la inmunidad
La quimioterapia está diseñada para matar las células que se dividen rápidamente, como las células cancerosas, pero no discrimina. También afecta a las células sanas, sobre todo en la médula ósea, donde se producen los glóbulos blancos. Como resultado, los pacientes sometidos a quimioterapia suelen experimentar neutropenia, una afección caracterizada por niveles anormalmente bajos de neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco crucial para combatir las infecciones.
Esto crea lo que los médicos llaman un estado de inmunodepresión, donde el cuerpo no puede responder tan eficazmente a los invasores bacterianos, incluidos los de alimentos como Salmonella, Listeria, E. coli y Campylobacter.
Para alguien que se somete a quimioterapia, un caso aparentemente leve de intoxicación alimentaria podría provocar:
- Sepsis, una infección del torrente sanguíneo potencialmente mortal
- Estancias hospitalarias más largas
- Retraso en los tratamientos contra el cáncer
- Muerte, en casos graves
Otros medicamentos que suprimen el sistema inmunitario
La quimioterapia no es la única culpable. Muchos otros fármacos pueden debilitar las defensas inmunitarias, a menudo en personas con enfermedades crónicas, enfermedades autoinmunes o recuperación postrasplante. Estos incluyen:
- Inmunosupresores
Se utilizan en receptores de trasplantes de órganos y en personas con enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus. Estos fármacos impiden que el sistema inmunitario ataque los tejidos sanos o los órganos extraños, pero también reducen la capacidad del organismo para combatir las infecciones.
- Esteroides (corticosteroides)
Los fármacos como la prednisona se recetan para reducir la inflamación, pero pueden suprimir la función inmunitaria, especialmente cuando se utilizan en dosis altas o durante largos periodos.
- Terapias biológicas
Medicamentos más recientes que se dirigen a vías inmunitarias específicas, utilizados a menudo para enfermedades autoinmunes. Aunque son más específicos, pueden seguir aumentando la vulnerabilidad a las infecciones, incluidas las transmitidas por los alimentos.
- Radioterapia
Aunque no es un medicamento, la radiación, sobre todo cuando se dirige a la médula ósea o al tracto gastrointestinal, puede dañar las células implicadas en la respuesta inmunitaria y debilitar la integridad intestinal, lo que facilita la entrada de patógenos en el organismo.
¿Qué patógenos son los más peligrosos?
Las personas con inmunidad comprometida corren un mayor riesgo de sufrir consecuencias graves por varios patógenos comunes transmitidos por los alimentos:
- Listeria monocytogenes: Puede causar meningitis, infecciones del torrente sanguíneo o la muerte. Especialmente peligrosa para los pacientes con cáncer y los receptores de trasplantes.
- Salmonella: Puede provocar infecciones sistémicas, dolor articular o daño orgánico en personas inmunodeprimidas.
- E. coli O157:H7: Puede causar el síndrome urémico hemolítico (SUH), especialmente peligroso cuando el sistema inmunitario está débil.
- Norovirus: Aunque suele ser leve en personas sanas, el norovirus puede causar deshidratación grave y enfermedad prolongada en personas inmunodeprimidas.
Consejos de seguridad alimentaria para personas de riesgo
Para reducir el riesgo, las personas en quimioterapia o que toman fármacos inmunosupresores deben seguir prácticas estrictas de seguridad alimentaria, que incluyen:
Evitar los alimentos de alto riesgo:
- Carne, aves, huevos o mariscos crudos o poco cocinados
- Productos lácteos o zumos no pasteurizados
- Fiambres (a menos que se recalienten hasta que estén humeantes)
- Quesos blandos como el brie o el feta, a menos que estén elaborados con leche pasteurizada
- Brotes crudos y productos sin lavar
Practicar la manipulación segura de los alimentos:
- Lávese bien las manos antes y después de manipular alimentos.
- Utilice tablas de cortar separadas para la carne cruda y los productos agrícolas.
- Cocine los alimentos a las temperaturas internas adecuadas (utilice un termómetro para alimentos).
- Refrigere los alimentos perecederos rápidamente (en un plazo de 2 horas).
- Evite los bufés, las barras de ensaladas y otras zonas de comida comunitaria donde es probable que se produzca una contaminación cruzada.
Una palabra sobre la orientación médica
Los profesionales sanitarios suelen dar a los pacientes con cáncer y a los receptores de trasplantes directrices de seguridad alimentaria personalizadas. Estas pueden denominarse «dietas neutropénicas» o «dietas bajas en microbios» y están diseñadas para reducir el riesgo de infección. Aunque algunas de estas dietas son más restrictivas que las directrices estándar, se basan en el principio de que la prevención es más fácil que el tratamiento cuando el sistema inmunitario está comprometido.
Los pacientes siempre deben consultar a su equipo sanitario o a un dietista titulado sobre lo que es seguro para ellos comer y beber durante el tratamiento.
Nota final
La quimioterapia y otros medicamentos inmunosupresores son vitales para tratar el cáncer, controlar las enfermedades crónicas o garantizar el éxito del trasplante. Pero conllevan una consecuencia menos conocida: un riesgo significativamente mayor de enfermedades transmitidas por los alimentos. Para los pacientes que ya se enfrentan a importantes batallas de salud, algo tan simple como el pollo poco cocinado o las verduras sin lavar puede convertirse en una seria amenaza.
Afortunadamente, con una cuidadosa selección de alimentos, una higiene estricta y orientación médica, gran parte de este riesgo es prevenible. Al comprender cómo estos medicamentos debilitan las defensas inmunitarias, los pacientes y los cuidadores pueden tomar medidas proactivas para mantenerse seguros y nutridos durante algunos de los momentos más difíciles de la vida.